¿Alguna vez animó a su esposo a abandonarla?
Hemos visto muchas esposas que han pedido a sus esposos que se vayan o que han sido las primeras en mencionar la palabra “divorcio” durante un arranque de enojo. Cuando usted siembra una mala semilla, no se sorprenda si termina en adulterio.
Las palabras tienen más poder de lo que usted cree. “Pero yo les digo que en el día del juicio todos tendrán que dar cuenta de toda palabra ociosa que hayan
pronunciado” Mateo 12:36.
Si ya han habido problemas con alcohol, drogas o abuso, ¡no les añada el problema del adulterio! Quizá usted deseaba que él se fuera por causa de su uso de alcohol, drogas o abuso. O quizá uno de ustedes simplemente sintió que ya no amaba al otro.
Los hombres que no viven en su casa son considerados “solteros” (¡aunque no lo son!). La separación es el primer paso para el divorcio. Y el divorcio es un error que cambia la vida. Sólo un número pequeño de personas que se separan
vuelven a estar juntos.
La separación de la que se habla en 1 Corintios 7:5 es hecha de mutuo acuerdo Y con el propósito de ayunar y orar. Este versículo confirma esto: “Y si una mujer tiene un esposo que no es creyente, y él consiente en vivir con ella, que no se divorcie de él”
1 Corintios 7:13.
Muchas mujeres que confían en su propia justicia aconsejan a otras que les digan a sus maridos que se vayan de la casa o que no les permitan volver. ¡Esas NO son mujeres piadosas! Las mujeres sabias, como dice Tito 2:4–5, deben enseñar lo que es bueno y animar a las mujeres más jóvenes a “amar a sus esposos y a sus hijos… y sumisas a sus esposos, para que no se hable mal de la palabra de Dios”
Al tomar una decisión de separarse o divorciarse, usted ha escogido destruir no sólo su vida y la vida de su esposo, sino también la vida y el futuro de sus hijos. Sus (futuros) nietos, sus padres y todos sus amigos también sentirán efectos devastadores de esta decisión egoísta, ignorante, e insensata.
Sugiriendo que su esposo le abandone, usted ha tomado el primer paso hacia el divorcio. ¿No es tiempo de volvernos atrás antes de que las cosas avancen? El mundo y Satanás le han convencido de que esta separación o divorcio mejorará las cosas, ¡pero eso es una mentira! Si eso fuera verdad, 8 de 10 personas no se divorciarían en el segundo o subsecuente matrimonio. Una vez más, la Biblia es clara:
“Y si una mujer tiene un esposo que no es creyente, y él consiente
en vivir con ella, que no se divorcie de él” 1 Corintios 7:13.